GACETA DE LA SOLANA Nº289

Gaceta de La Solana 44 Nuestra Historia Las banderas. Del libro 'Los hijos artistas de Gabriel García Maroto. Gabriel y José García Narezo' La romería de García Maroto y el santuario del Castillo. “De los doce meses del año, cuatro los pasaría la Vir- gen en su propia ermita, entre los riscos, velada solamente por un descendiente del pastor”. Es llevada a hombros el segundo sábado de septiembre desde Arga- masilla de Alba hasta su santuario en el Castillo de Peñarroya. Dicho día, a mediodía, con anuncio de tambor (“la caja de la Virgen”), llegará la co- fradía y autoridades de La Solana a la ermita; hora en la que, la hermandad argamasillera les entregará la custo- dia de la imagen. Y al día siguiente, domingo, llevaran la imagen en ro- mería a La Solana, estando en esta localidad hasta el mes de enero. “A su propia ermita la irían á recoger las diferentes cofradías, á cuál más rum- bosas, á cuál más deseosas de achicar, de reducir á su rival. Y he aquí que en estos mismos días que hoy gozamos ha correspondido á este pueblo pardo, rico en olivares y en viñas, en tierras paniegas, recoger, para albergarla cuatro meses en la iglesia mayor, á la virgencilla morena”. El recorrido antiguo que partía del Humilladero, siguiendo el camino Al- tar de la Virgen y continuando por el Camino de Argamasilla, donde se ha- llaba el altar, cerca del Lavajillo de los Gorrinos, ha caído en desuso, como la costumbre de llevar la imagen sus devo- tos a pie. “¿Cuántas horas de mal cami- no hay hasta la ermita? Cuando menos, ocho; se deben contar diez, que se cubren en dos etapas. Duermen las gentes en sus carros, en sus galeras, bajo las encinas”. El baile de las banderas es una tra- dición en la procesión de la Virgen. Los abanderados desfilan haciendo bailar las banderas que pasan rozan- do a las personas. “En la tarde, po- sado el hervor de las primeras horas del día, la entrada en el pueblo de la Virgen de siempre, adornada hoy con su rico manto «color carne de ninfa emocionada». El capitán, el capellán, los regidores, los abanderados... Los abanderados corren sus banderas de seda, trazando ritmos de gracia seria delante de la Virgen, abriendo paso minos territoriales, en una buena tarde otoñal, muy propicia al imaginar ventu- roso”. En el patio de armas del Castillo existe una pequeña construcción, co- nocida como Ermita del Despeñade- ro, considerada la primitiva capilla en donde estuvo la imagen de la Virgen. A finales del siglo XVII se empezó a construir el Santuario de Nuestra Se- ñora de la Encarnación de Peñarroya, en el interior del Castillo. “En el sitio donde se apareció al pastor se levantó una ermita, y tras mil idas y venidas, luego de mucho discutir, de mucho apasionarse, se llegó á un acuerdo en- tre los pueblos afortunados”. La Virgen pasa cuatro meses en el santuario del Castillo, desde el mes de enero al último domingo de abril. Al ser patrona de Argamasilla de Alba y de La Solana, su estancia es repartida por tiempos iguales entre estas localidades G abriel García Maroto escri- bió en la revista Nuevo Mundo (4/11/1927) el artículo titulado La romería, donde relataba la historia de esta fiesta. No refiere en en ningún momento los nombres de los lugares donde se desarrolla la romería ni men- ciona el nombre de la Virgen, pero de sus palabras podría deducirse que se refiere a la romería de la Virgen de Pe- ñarroya. Véase la similitud entre los pá- rrafos entrecomillados que pertenecen al artículo de Maroto y la descripción de la romería de La Solana. Cuenta la tradición que un pastor natural de La Solana encontró escondi- da en un muro del Castillola imagen de Nuestra Señora de Peñarroya. La forta- leza se encuentra en el término munici- pal de Argamasilla de Alba. “Se apareció hace muchos años a un pastor […]. Se le apareció entre dos pueblos castellanos, enla misma línea divisoria de los dos tér-

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