GACETA DE LA SOLANA Nº288

Gaceta de La Solana 4 Saluda del Alcalde Queridas vecinas, queridos vecinos: A nte todo, mis primeras palabras quiero que sean para desearos toda la salud del mundo. La salud siempre ha sido importante en nuestras vidas, pero este tiempo de pan- demia ha puesto en valor mucho m ás (si cabe) su importancia. Nos encontramos en una encrucija- da de nuestras vidas que se sitúa entre lo acontecido (por inesperado) y lo que ha de acontecer. Hablar de lo ocurrido y de dónde venimos tan solo puede tener un sentido terapéutico y de aprendizaje que nos debe ayudar a corregir errores para evitar que se vuelvan a repetir. En cuanto a lo que ha de acontecer, se encuentra en el ámbito de lo sorpre- sivo, de lo incontrolable, de lo augura- ble. Predecir el futuro y lo que puede ocurrir es imposible. Si bien, podemos intentar establecer las premisas para orientar el camino y nuestros pasos como pueblo hacia el horizonte que nos aguarda. La convivencia es lo importante, lo imprescindible, lo trascendente, en una sociedad que se precia de vivir demasia- do deprisa. Y a pesar de las dificultades sobrevenidas, la sociedad solanera ha demostrado su compromiso con la con- vivencia. Permitir que nadie se haya quedado atrás en el camino me emociona como sociedad. Lo hemos pasado mal, pero lo hemos pasado mal juntos, sin permitir que la pandemia estableciese brechas insalvables de diferenciación social. En este contexto, quiero volver a reconocer el arrojo de la sociedad solanera dando respuesta rápida a la situación sobreve- nida. Entre ayer y hoy existe un espacio que volvemos a ocupar. Un espacio de ilusión y de esperanza, de futuro y de horizonte; un espacio que volvemos a recomponer juntos como sociedad. Volvemos a recuperar presenciali- dad, actividad, cultura, ocio, festejos… Volvemos a recuperar vida a través de la sonrisa de nuestros vecinos y vecinas; a través de los ojos de luz de los niños y de las niñas que aguardan su Feria. Y sí, es cierto. Este año habrá de nuevo Fe- ria y Fiestas en honor de Santiago y de Santa Ana. La Feria de este año ha de erigirse en el lugar para el encuentro de los unos con los otros, con la prudencia preci- sa, con las normas establecidas, sin el relajamiento que quisiéramos. El virus convive entre nosotros y no podemos volver a darle el espacio para que nos vuelva a quebrar la vida. No podría haber mejor representati- vidad este año para inaugurar nuestras fiestas que el colectivo de trabajadoras y trabajadores de nuestro Centro de Salud. Ellas han sufrido como nadie, cuando la situación nos ha desborda- do, las consecuencias de la pandemia. Siempre en primera línea, en la trinche- ra de esta guerra invisible, embozados hasta los párpados, generosos siempre. Insustituibles en su quehacer y en su profesionalidad. Todos tenemos la sensación de que 2020 ha sido un año que nos han roba- do de nuestras vidas. Por eso tenemos la obligación de vivir este nuevo tiem- po con la intensidad de la duplicidad, en aras a recuperar, en la medida de lo posible, los segundos que pasaron des- apercibidos. Jamás pensé, después de dos legisla- turas de crisis económica y financiera, que el tiempo nos tenía reservado un año tan cruel. Sin embargo, si algo he aprendido de la dificultad es que es po- sible superarla si lo hacemos juntos; si no permitimos que ningún solanero se quedé atrás en el camino; si trabajamos unidos pensando, ante todo, en La Sola- na. La Solana que queremos. La Solana que amamos. La Solana por la que nos dejamos los sueños. Nuestro pueblo. Nuestra tierra. Un abrazo. Luis Díaz-Cacho Campillo Alcalde de La Solana

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