GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 286

Gaceta de La Solana 31 Reportaje una firma de tabaco para cachimba que ofrecía 7 sabores diferentes. Poco a poco, al observar que había consumo no equiparable al de fumadores de ci- garrillos, introdujo otra marca, además de cachimbas baratas que rondaban los 10-15 euros. Conviene aclarar que, a diferencia del cigarrillo convencional, para poder fumar este tipo de tabaco son necesarias tres cosas fundamenta- les: el tabaco de shisha , la propia pipa de agua y el carbón –necesario para la combustión del tabaco-. “En Sevilla y Andalucía hay un boom tremendo, y desde hace más tiempo” comenta el gerente. Cree que la gran acogida que está teniendo el consumo de estos productos está muy influencia- da por el sur del país y las zonas de la costa mediterránea. “En estos lugares es frecuente que bares, pubs, discotecas y locales de copas ofrezcan shisha como productos para complementar las bebi- das”. Esta forma ha sido imitada por lo- cales solaneros, donde era común, antes de la pandemia, ver a clientes fumando cachimba. “El último año la venta de este tabaco y artículos ha aumentado mucho”. En la actualidad trabaja con más de 10 marcas de tabaco de shisha . “Ofrecemos más de 80 sabores y mezclas diferentes”. El estanquero declara que nada tiene que ver la primera marca que tuvo con las que actualmente posee, siendo estás más ‘premium’ y con una variedad de sabores y mezclas para todos los gus- tos. La especialización en La Solana ha llegado al punto de que algunos locales de ocio destinaban a una persona ex- clusivamente para las cachimbas, des- de comprar el tabaco y carbones, hasta ocuparse de prepararlas en el estableci- miento con una función similar a la de un camarero. “Suelen ser personas muy metidas en este mundillo y que incluso me hacen pedidos de marcas o sabores concretos” señala. Esta situación ha animado al estan- co solanero a arriesgar con productos como cachimbas de unos rangos de precio más alto, entre los 60 y los 120 euros, que tienen grandes diferencias estéticas, pero sobre todo de materiales respecto a las primeras. “Hay una dife- rencia abismal, algunas están hechas de acero inoxidable, la base es de un cristal más grueso y las mangueras y boquillas son más resistentes y duraderas”. Otros artículos son, por ejemplo, el carbón vegetal, menos contaminante que el de autoencendido y que necesita de un hornito para encenderse, y las cazoletas, parte de barro donde se deposita el ta- baco. “Nunca me imaginaba que iba a vender un artículo así por 15 euros”. El gran porcentaje de ventas de los pro- ductos relacionados con las cachimbas está situado en un sector joven de la población, entre 18 y 30 años, aunque también personas de una edad avan- zada están adquiriendo este hábito. El gerente admite que las ventas aumentan según se aproxima el fin de semana. “Se debe a que la gente se reúne en casas o cocinillas”. Conviene recordar que fumar, de la for- ma que sea, es perjudicial para la salud, pero existen grandes diferencias entre el tabaco de cachimba y el cigarrillo convencional. Las shishas han estado etiquetadas negativamente porque se las relacionaban con en el consumo de sustancias estupefacientes, aunque esto no es así por norma. “Este tabaco tiene un 25 por ciento menos de nicotina que los cigarrillos”, asegura Velasco, y aña- de que los cigarrillos llevan una infini- dad más de sustancias químicas que la composición del de cachimba, que tiene hojas de tabaco, nicotina y melazas, que son las que otorgan los distintos sabo- res. Al igual que ocurre con otros ar- tículos para fumadores, hay diferentes formatos para adquirir, desde paquetes de 50 gramos de tabaco, pasando por lotes de 100 o 200 gramos, hasta los de medio y un kilo, con precios entre 3 y 50 euros. Eugenio Velasco muestra incertidum- bre sobre el futuro de esta moda, ya que se suele fumar en grupo. Las restric- ciones impuestas por la pandemia im- piden el consumo -por ahora- de estos productos en los locales en Castilla-La Mancha en terrazas, aunque en otras comunidades sí se permite. Una moda que, igual que ha venido, se irá. O qui- zás no. Paco del Olmo Cachimbas en la estantería del Estanco Tomás.

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