GACETA DE LA SOLANA Nº285 - DICIEMBRE 2020

Gaceta de La Solana 48 Opinión Deporte versus Covid D e todos es sabido que el deporte es salud, que el camino se demuestra andando y que mover el esqueleto es garantía de sentirse bien y estar sano. Hasta que llegaste tú, señor Covid, y pu- siste un punto y aparte, hiciste un parón en nuestras vidas, ofreciéndonos la opción del sedentarismo como algo inofensivo. Pero no, no es así. Como tampoco lo es que las personas que nos dedicamos al mundo del deporte, que lo sentimos dentro, nos ha- yamos quedado parados. Se han ido ge- nerando iniciativas de todo tipo, desde el levantamiento de brick de leche como si de las pesas más profesionales se trataran, hasta los que hemos convertido el salón de nuestras casas en ofcina de trabajo, lo hemos transformado en pista, gimnasio o lo que hiciera falta. No nos engañemos; el tú a tú, el contacto directo con las personas, no es como co- municarse a través de un ordenador o un móvil. Pero es de bien nacidos ser agrade- cidos y gracias a esta era digital y recursos como zoom, team o el whatsapp , y todos sus hijos virtuales, podemos practicar deporte de algún modo. Hemos bailado, jugado, retado, nos hemos emocionado y hasta hemos quedado para comer juntos. Y lo que te rondaré morena. Por otro lado, están los deportes de equipo, su adaptación y cómo han visto coartado el calor de su afción, esa motivación inigua- lable. Todo por ese bichito invisible pero patente, que ha hecho esconder nuestras sonrisas, pero que no puede acabar con nuestro espíritu deportivo. Trabajar con personas con un amplio aba- nico de edades, donde el eslabón deportivo es el denominador común, me ha reafr- mado en una verdad en la que ya creía: el deporte es necesario en todo tu recorrido vital, seas niño, niña, estés en la edad del pavo o te encuentres ya peinando canas o ejerciendo de abuela. Mi trabajo como monitor y entrenador de baloncesto con niños y adolescentes, y también como monitor de gimnasia con mayores, me hace que parta desde este punto de vista para poder valorar cómo este bichito insolente ha influido y cam- biado nuestra relación con el deporte. Por ejemplo, en el desempeño dentro de la Escuela Municipal de Baloncesto, donde los niños están deseosos de reto- mar los entrenamientos y volver a jugar. Hemos tenido que parar para predomi- nar el bienestar de todos, acatando las normas sanitarias que nos indicaban. El entusiasmo y los sentimientos de entre- nar eran fuertes, pero los riesgos tam- bién. Y donde manda patrón, no manda marinero. No puedo olvidar a nuestros mayores, por- que tengo la suerte de trabajar con ellos y con ellas, un colectivo de riesgo ante el Covid, y también de riesgo sin deporte, sin su gimnasia, sin nuestra gimnasia, que a esa edad tanto equilibra y cuida cuerpo y mente. Gracias a buenas personas, se lleva a cabo de forma virtual. Profesionales que se convierten en una familia capitaneada por Juana, directora del Centro de Mayo- res. Sin su constancia no sería posible. Y en el ámbito de las escuelas deportivas también resalto el buen hacer y apoyo de Fernando, con su labor incansable que nos alienta y motiva continuamente. Les estaré siempre agradecido. Me considero un afortunado, un privilegia- do por poder dedicarme a lo que me gusta y hacer llegar el deporte tanto a grandes como a pequeños, ahora echando un par- tido contra el virus, al que deseo encestar un triple en salud, lanzando a canasta con optimismo y confando en darle cuanto an- tes tiempo muerto. Si puede ser, defnitivo . Pablo Serrano Monitor deportivo

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