GACETA DE LA SOLANA Nº278

Gaceta de La Solana 6 Ha sido noticia El Campo de Montiel vuelve a gritar Niños y voluntarios en la plaza Don Diego A URELIO M AROTO E l Campo de Montiel vuelve a gritar. Lo hace consciente de su debilidad, pero también de su fortaleza. Esa fortaleza que dan sus recursos naturales, su potencialidad monumental y, sobre todo, sus gentes. La II Carrera ‘Todos somos Campo de Montiel’ escenifcó la ilusión y la rei- vindicación, la preocupación y la es- peranza. Y, cómo no, los niños fueron protagonistas por razones obvias. Ellos son el futuro de la comarca y fueron in- volucrados en un evento que unió a 23 pueblos bajo la excusa, siempre ama- ble, de una actividad deportiva. Así fue como La Solana también aco- gió esta cita, que hizo escala en La Solana a última hora de la tarde del pasado 11 de octubre. Los colegios, el Ayuntamiento, Los Trotones ayudaron a organizar la simbólica llegada de esta carrera, con la inestimable ayuda de Protección Civil y otros voluntarios. La escalinata de la ‘lonja’ de la iglesia, a los pies de la torre, sirvió como marco para la foto de familia y la lectura de un manifesto elaborado por los mismos colegiales. La sencillez de su estructu- ra refeja, precisamente, la grandeza de sus ideales. Merece la pena reproducir- lo en su integridad: ‘Hoy estamos aquí para hablar de nues- tra comarca, el Campo de Montiel, y de nuestros pueblos, que tienen un encan- to especial por sus monumentos, sus plazas, sus gentes, su historia, sus va- lores naturales, sus colores, sus tierras, sus olivas, sus viñas, sus cereales… Cada pueblo tiene un pasado diferente y muy importante que le dan aún más encanto. Las ventajas de vivir en un pueblo es que no hay contaminaciones, ni acústicas ni ambientales; tampoco hay mucho tráfco y es más barato a la hora de comprar. Salvar el medio rural está en nuestras manos porque nos estamos cargando el planeta poco a poco y tenemos que ha- cerlo por nuestras tierras, por nosotros y por todo lo que nos rodea. Todo esto nos lo tenemos que tomar más a pecho porque se nos está yendo de las manos. La contaminación, la despoblación y la falta de alimentos ¿Podemos evitar todo esto? Pues claro que sí. Porque tenemos los paisajes más maravillosos del mundo y no se pueden destruir. Disfrutamos de todo lo que nos pue- da dar la tierra, tenemos que mantener nuestro planeta y los pueblos limpios para que nosotros los disfrutemos y dejemos un buen futuro a nuestros descendientes. Yo quiero que mis hijos puedan ver cómo es mi mundo, para que vean lo bonito que es vivir entre la naturaleza. Hagamos todo lo posible, todo lo que tenemos hay que cuidarlo para que nuestros hijos puedan disfru- tarlo como nosotros. Por eso, hay que poner de nuestra parte. No debemos tirar basura al campo y tenemos que cuidar de nuestros animales. Cada vez estamos menos personas en nuestros pueblos porque se mueren los ancianos y nacen muy pocos ni- ños ¿Vamos a dejar que esto pase? No podemos permitirlo. Hay que montar negocios para que haya trabajo y que la gente no tenga que emigrar; para re- cuperar habitantes debemos potenciar nuestra economía, alimentos como el queso y el vino, carnes como el cerdo, la oveja o la cabra; también el cultivo de frutos secos como el pistacho o la almendra. Y, cómo no, nuestro oro lí- quido, el aceite de oliva con la DO del Campo de Montiel, que fue creada en 2007. Todos tenemos que convencer a los jóvenes para que se vengan a vivir a nuestros pueblos. Por eso los veintitrés pueblos de nuestra comarca nos uni- mos en este acto simbólico, recorrien- do los distintos pueblos, recogiendo tierra para plantar árboles que repre- senten a nuestra comarca para hacer un pequeño bosque entre todos. En estas tierras comenzaron las haza- ñas de Don Quijote, como yo espero comenzar mi vida y quedarme en mi pueblo para tener un futuro ¿Y voso- tros? Ya sabéis, el Campo de Montiel está en nuestras manos’.

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