GACETA DE LA SOLANA Nº278

Gaceta de La Solana 46 Colaboraciones Más de veinte años en AFAMMER T ras más de 22 años en la directiva de la asociación de AFAMMER (Asocia- ción de Mujeres y Familias del Medio Rural), de los cuales 8 como presidenta y el resto como secretaria, puedo echar la vis- ta atrás y ver si este tipo de asociaciones son efectivas en la tan ansiada y necesaria igualdad. Las mujeres que acudían a AFAMMER hace más de cuatro lustros tenían objetivos sencillos, tan sencillos como viajar: “Niña, tengo ganas de ver Sevilla”, “y yo Sala- manca”. Otras decían: “yo con echar fuera un día me conformo”. Querían romper con la monotonía de fregona y escoba diaria y que por un día “nos lo den todo hecho”. “Con no fregar hoy me conformo”. A la gente más joven puede sorprenderle, más acostumbrados a viajar con sus pa- dres o haciendo un sinfín de excursiones en institutos, con los amigos, viajes de fn de curso, cruceros en Bachillerato… Pero en aquella época no era así. Puedo decir que algunas mujeres de esta asociación han visto el mar por primera vez en un via- je organizado por AFAMMER. Por eso, las mujeres de ahora nos piden viajes para dormir tres días en Benidorm con todo pagado. “Si los maridos vienen, bien, y si no, vamos nosotras solas”, dicen sin pudor. Ese “vamos solas” era impensa- conquistan espacios de liderazgo en nues- que ellas se adelantaban a lo que pudiesen ble al comienzo de nuestra andadura. Las tra Corporación Municipal. La mujer gana decir. Me consta. socias de entonces ocupaban las tardes en terreno sin soltar su escoba -porque para Las asociaciones, cofradías, peñas y de- bordados y costuras mientras veían el ca- soltarla necesita que el otro sexo la quiera más agrupaciones de cualquier tipo son pítulo 1.425 de la novela de turno. Ahora se coger-, pero sin quedarse con las ganas de necesarias para alcanzar objetivos colec- apuntan a yoga, taichí o pilates. Y luego se vivir, de ser representadas y valoradas. De tivos. En los órganos de dirección alguien lucen sobre un escenario para demostrar ser, en defnitiva, visibles. tiene que estar. De lo contrario, no habría al pueblo lo que son capaces de hacer. No es fácil encontrar gente que quiera procesiones, ni carnaval, ni tantos y tantos Las socias de antes se pensaban muy mu- formar parte de la junta directiva de una festejos que llenan nuestra vida social. Yo cho eso de apuntarse a una asociación. asociación. Son cargos concejiles, donde quería formar parte del tejido asociativo de “Es que tengo a mis nietos”, “es que tengo no hay ganancia y la pérdida es segura. La Solana y me decanté por una asocia- a mi suegra”, decían como excusas. Ahora Pero, en realidad, no se pierde nada y sí se ción de mujeres, porque la mujer ha esta- pertenecen, no a una, sino a 6 o 7: la aso- gana mucho. do siempre infravalorada, incluso por ellas ciación de viudas (si lo estás), la asociación En el mundo asociativo aprendí a perder mismas sin darse cuenta. Este tipo de aso- de mujeres, Salsa Flamenca, la asociación el miedo a hablar en público, a trabajar ciaciones pueden ir levantando, como un de… O sea, la asociación de “sal de tu en equipo, a defender posturas y a es- buen decapante, años de discriminación, casa y no te quedes dentro”. cuchar otras diferentes que me hicieron privaciones y falta de oportunidades que Las mujeres participan en la vida social de cambiar de opinión. Aprendí a luchar por han cubierto la vida de las mujeres. La Solana de una forma tan activa que no las mujeres rompiendo roles de compor- Las jóvenes, con su preparación aca- queda parcela sin estar representadas. En tamiento y, muchas veces, enfrentándome démica y la fuerza de esa juventud, lo las peñas de carnaval bailan y confeccio- al machismo de ellas mismas. “¿Qué va tienen más fácil, pero el camino ha sido nan sus trajes, en las cofradías empode- a decir mi marido si hago teatro encima allanado por sus madres, por sus abue- ran su presencia siendo presidentas y no de un escenario?”. “¿Vamos a venir muy las, que un día decidieron apuntarse a simples partícipes, en las AMPAS la ma- tarde? Es que mi marido quiere que esté una asociación para echar de vez en yoría son mujeres. Y representan teatro. Y en casa cuando vuelva del trabajo”. A me- cuando UN DÍA FUERA. escriben libros. Y pintan. Y, por supuesto, nudo, esos maridos no decían nada, sino Mari Carmen Rodríguez-Rabadán

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