Gaceta de La Solana
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Saluda
Queridas vecinas, queridos vecinos:
A
quí estamos, un año más. Un
año como el soplo de un ins-
tante en nuestras vidas. Un año
para comprender, abarcar, abrazar, tan-
tos y tantos detalles singulares que han
ido conformando todo lo que ha ocu-
rrido en nuestro pueblo, en nuestras fa-
milias y en las vidas particulares, perso-
nales, de todos y cada uno de nosotros.
De nuevo julio nos devuelve al verano,
al calor desorbitado en la llanura, a ese
tiempo inevitable en el que la vida se ra-
lentiza por momentos (sobre todo para
los niños) y la feria nos aguarda en los
días finales del mes con la ilusión en las
miradas de los más pequeños.
Este tiempo tan difícil está durando
demasiado espacio. Durante este año
que ha pasado entre la feria de 2012
y la que está a punto de comenzar he
compartido el dolor de muchas familias
y vuestros problemas en el silencio de
la alcaldía con la confidencialidad más
hermética y privada.
Pero también me habéis mostrado
vuestra fortaleza y vuestras ganas de
luchar, como reflejo y ejemplo donde
me miro cada día. Siempre merece la
pena luchar por La Solana, por nuestro
querido pueblo y por cada solanero o
solanera que lo esté pasando mal. En
este tiempo hemos intentado dar res-
puestas a los muchos problemas con los
que convivimos. Y he de deciros, con la
sinceridad con la que siempre me di-
rijo a vosotros, que en unas ocasiones
hemos acertado y en otras no hemos
estado a la altura de las circunstancias.
Aún así, considero que el camino ya
está encauzado. La gestión que estamos
realizando en el Ayuntamiento ha su-
puesto que acabemos el año 2012 con
un superávit real de más de un millón y
medio de euros. Y aunque el dinero no
lo tengamos en nuestra caja, antes que
después, la administración que nos lo
adeuda tendrá que hacerlo efectivo.
¿Eso quiere decir que ya se han aca-
bado los problemas? Por supuesto que
no. Aunque los problemas globales del
municipio ya los hemos diagnosticado
y estamos intentando resolverlos, nos
quitan el sueño los individuales, con
los que convivís en la particularidad
de muchas familias. A estos problemas
necesitamos dirigir ahora mayor dedi-
cación y esfuerzo.
La Feria y Fiestas de Santiago y Santa
Ana tienen que ser un paréntesis para
reflexionar. Un tiempo para descansar.
Un espacio para el encuentro y el reen-
cuentro de las familias y con los ami-
gos. Y, sobre todo, unos días para que
nuestros pequeños se emocionen de tal
manera con el ambiente del Parque y
del Ferial que jamás puedan olvidar las
sensaciones que todo ello les provoca y
les transmite.
¿O no recordáis, aquellos que tenemos
algo más de edad, aquellas ferias en el
Pajero, el olor del algodón y de la fritu-
ra en los puestos, como un tiempo que
apenas acaba de pasar?
Amigas y amigos, quiero concluir es-
tas breves líneas con un recuerdo since-
ro para todos aquellos solaneros y sola-
neras que este año nos han dejado. Ellas
y ellos contribuyeron con su esfuerzo y
con su amor a aportar su granito de are-
na para hacer de La Solana el maravillo-
so pueblo que hoy todos disfrutamos.*
Luis Díaz-Cacho Campillo
Alcalde de La Solana
