GACETA DE LA SOLANA 279

65 Cine gos sí nos daban la posibilidad de pasar a general el resto de los días de la semana. Grandes bellezas La verdad es que poder contemplar en la pantalla, además de las luchas de romanos, a la espectacular actriz Rossana Podes- ta era algo que merecía la pena, sobre todo porque la italiana, aparte de su exuberancia física, aparecía en la pantalla con aquellas ropas a la romana, que tan del agrado eran del espec- tador, en una época en la que raro era contemplar diferentes partes de la anatomía femenina. De una guapa pasamos a otra italiana, como era Silvia Kosci- na. Muy sugerente aparecía la bella protagonista de La batalla de Siracusa, en una escena recogida en el programa, en la que parece dispuesta a despojarse de sus vestidos para lanzarse al agua que tiene como fondo, mientras que su mirada pa- rece querer encontrarse con el espectador que deseaba verla ligerita de esa ropa en el transcurso de la película, que llegó a la pantalla del Cine Cervantes el 9 de mayo de 1964, con la advertencia de ser Autorizada para mayores. Los programas de mano Además de las carteleras, otro medio de propaganda era el reparto de programas de mano. Casi nunca aparecían los ho- rarios y los días de proyección, aunque en otras ocasiones se llevaba a la imprenta Castellana, que regentaba quien luego fuera alcalde de La Solana en 1979, José López Posadas, para imprimir los horarios y días, y si eran o no autorizadas para determinadas edades. De mi archivo particular, ya que en los años de infancia guar- daba algunos de esos programas, he seleccionado algunos que reproducimos en estas páginas de GACETA y en cuyo reverso figura la fecha de proyección, que hemos podido re- flejar gracias a las hojas de programación que debían enviar los empresarios de las salas de cine al Ayuntamiento y en las que figuran diversos datos sobre esas películas, La película El coloso de Rodas llegó a la pantalla del Cine Mo- derno el 4 de marzo de 1962. Recuerdo la expectación que levantó, originando un lleno de los que hicieron época, de- seosos de contemplarla por la cartelera y los programas de mano, como el que adjuntamos, con la gigantesca imagen del Coloso, que finalmente cayó al fondo de los mares. Entre esos programas de cine de romanos hemos encontrado uno correspondiente a un personaje tan mítico como Hér- cules . Si bien fueron muchas las películas con su nombre, la localizada es la titulada La venganza de Hércules, donde se contempla a ese gigantesco personaje empuñando dos enor- mes cadenas, en actitud de esperar a todo el que le quiera ha- cer frente. Fue proyectada en el Cine Moderno el 4 de agosto de 1963. Animales asados Algo característico en estas películas eran los animales que se asaban con un enorme volumen. Aparecían dorándose en el fuego mientras alguien daba vuelta a una manivela. Y esos asados, o al menos una enorme pata de los mismos, era arrancada por el forzudo de turno para engullirla. Una enorme expectación levantó la llegada al Cine Cervantes de la película Los Diez Mandamientos, de Cecil B de Mille, pro- tagonizada por Charlton Heston, Yul Brynner y Anne Baxter, entre otros. Los datos recogidos en el archivo municipal nos hablan del primer día de proyección, que fue el 1 de noviem- bre de 1963. Y el programa señala que se dieron dos pases. El primero comenzó a las 4 de la tarde y continuó hasta las 7.30. El segundo pase se ofreció 7,30 a 11 y en esa segunda sesión tuvo como complemento la película Noches Blancas, con pase de 11 a 1, película protagonizada por Marcelo Mastroianni. El 4 de abril de 1964 se proyectó en el Cine Cervantes la pe- lícula Solo contra Roma. Dos pases se anunciaban para ese día, uno a las 7,30 de la tarde y otro a las 10 de la noche. En la función de tarde se proyectaba sola, pero en la de noche era programa doble, ya que además se podía ver La venganza de don Mendo. En ambos casos, los pases sólo eran autorizados para mayo- res, aunque los que no teníamos edad para verlas los domin- El coloso de Rodas

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