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Gaceta de La Solana

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El Tema

a Tecnobit, hasta que nuevamente, el

31 de diciembre de 2014, regresó a las

listas del desempleo.

Cansado de buscar en su país, decidió

tirar a todo lo que se movía, enviando

historiales dentro y fuera. Y de donde

pensaba que nunca le cogerían ¡zas!,

sonó el teléfono. En quince días esta-

ba instalado en Bremen, una ciudad

que presume de un dicho: “Es más fá-

cil encontrar trabajo que casa”. Hecho.

Su mujer llegó el 4 de agosto y el 10 ya

tenía empleo. Cuida de dos niños de 2

y 6 años, y aprovecha para estudiar ale-

mán. GACETA ha querido conocer un

poco más la historia de Gabriel y saber

algunos porqués de su particular “Vente

a Alemania, Pepe”.

¿Gabriel, vas chapurreando alemán?

La verdad es que no mucho, en ese

aspecto estoy algo acomodado. En

enero, por fin, comienzo un curso

de alemán que nos da la empresa. De

momento me apaño en inglés, que

es lo que realmente uso en el traba-

jo. Además, aquí en Bremen lo habla

casi todo el mundo, desde la cajera del

supermercado hasta el conductor del

autobús. Aquí es una cosa normal a

diferencia de España. Si necesitamos

hablar en alemán, mi mujer sí lo cha-

purrea ya.

¿Cómo es la vida en Bremen?

Es una ciudad muy cómoda para vi-

vir, y más con niños. Algo así como

Toledo, una ciudad pequeñita con un

casco antiguo precioso y todo lo que

puedas necesitar, tiendas, centros co-

merciales, una gran oferta de ocio y

un excelente sistema de transporte

urbano con ‘puntualidad alemana’.

La vida es muy diferente respecto a

España; hay un choque cultural muy

interesante.

Cuéntanos ¿Por qué has tenido que

emigrar a Alemania?

Por lo mismo que tantos en esta épo-

ca, trabajo. En tres meses, mi mujer y

yo pasamos de estar trabajando a que-

darnos en paro. Me puse a buscar, y

harto de puertas cerradas comencé a

echar currículum en todas las ofertas

que salían. Justo en la que menos es-

peraba que me llamasen, fue la prime-

ra en hacerlo. Sin apenas digerirlo, en

quince días estaba aquí… Si lo pen-

samos más, lo mismo ni lo hacemos.

Tu currículum académico es notable

y tu experiencia profesional también

¿Te sientes ‘maltratado’ por el sistema

laboral español?

Gracias por el cumplido, pero creo

que tengo un currículum normal. La

palabra no es maltratado, sino ‘enfada-

do’. Enfadado por la situación actual,

ya que si no tienes experiencia es un

problema, y si la tienes, también. El

panorama laboral actual es de locos.

Nuestro problema es la forma en que

las empresas ven la formación profe-

sional, muy diferente al resto de Euro-

pa. En Alemania está muy bien vista y

si llegas con experiencia tienes muchas

papeletas para trabajar (hablando ale-

mán, por supuesto). A diferencia de lo

que vemos en televisión, donde sólo

nos venden que buscan ingenieros,

médicos o arquitectos… la realidad es

que demandan todo tipo de trabajado-

res, incluidos jardineros, electricistas

ó fontaneros. Pero, claro, eso lo ves

cuando estás aquí.

¿Qué cambiarías para evitar esta fuga

de talentos?

Hasta que “nuestros queridos políti-

cos” no se den cuenta de que la verda-

dera riqueza de un país está en la cabeza

y las manos de su población, y que hay

que invertir constantemente en ello, se-

guiremos cayendo en picado.

¿Qué valoras más de Alemania y de

los alemanes?

Su gente. A pesar de los tópicos, son

personas muy amables y te ayudan lo

que pueden. Vemos caras sonrientes y

siempre buscan la forma de hacerte las

cosas más fáciles. Algunos incluso nos

dan las gracias por estar aquí y ayudar-

les a crecer. Con eso te digo todo.

Entonces, ¿no es verdad que sean más

fríos y distantes que nosotros, los

latinos?

Son algo diferentes, porque tienen

unas costumbres y un carácter diferen-

te, pero ni son tan fríos ni tan distantes

como los pintan.

¿Qué me dices de la ‘eficacia’ teutona?

¿Cuánto hay de mito y cuánto de

realidad?

La eterna pregunta. Actualmente es

más mito que realidad. Ellos trabajan

como lo haríamos nosotros. Aquí ven-

dría bien nuestro refrán: “Cría fama y

échate a dormir” (risas).

Supongo que el caso ‘Volkswagen’

demuestra que nadie es perfecto

¿Cómo ha afectado a la reputación y

orgullo alemán?

Ha afectado y los ha dejado tocados,

desde luego. Pero los alemanes son gen-

te que lavan sus trapos sucios en casa,

por tanto no les gusta hablar del tema.

Ahora bien, si esto hubiese pasado en

España, la cosa habría sido distinta…

¿Cuál es la situación económica en

Alemania a día de hoy? ¿Cómo está

afectando la crisis allí?

La crisis se nota en toda Europa, pero

el panorama laboral aquí no tiene nada

que ver con el español. Tienen una tasa

de paro bajísima que ronda el 5 por

ciento, aunque también es verdad que

muchos contratos son los famosos mi-

nijobs. Paseando por la calle ves la gran

cantidad de inmigrantes que somos y te

das cuenta de que si estamos aquí es por

algo. Solemos escuchar a gente hablan-

do español en el tranvía o en el súper.

¿Y qué imagen tienen los alemanes de

España y de los españoles?

Les encanta España. Están enamora-

dos de nuestro país. Cuando nos pre-

guntan de dónde somos, a todos se les

pone la sonrisa en la cara y te dicen lo

mismo: “Oh, España! Barcelona (refi-

riéndose al fútbol). Mallorca, sol”! Prác-

ticamente todos los que conocemos han

estado en Mallorca. A pesar de los tópi-

cos, nos tienen por personas trabajado-

ras y responsables.

Gabriel Izquierdo en la sede de Airbus Group, don-

de trabaja.